Antes de empezar un proceso de mediación, debes estar seguro de que el profesional que te acompañará está debidamente formado, preparado, es imparcial y profesional, para ello deberás comprobar que el mediador al que le vas a encargar el proceso cumple los requisitos establecidos por la legislación vigente, concretamente por la Ley 5/2012 de mediación en asuntos civiles y mercantiles y que te relacionamos a continuación:
- Titulación académica.
El mediador debe contar con un título oficial universitario o de formación profesional superior. - Formación específica en mediación.
Es imprescindible haber realizado una formación especializada en mediación, con una duración mínima de 100 horas, de las cuales al menos el 35% deben ser prácticas. Esta formación debe ser impartida por instituciones acreditadas. - Seguro de responsabilidad civil.
El mediador debe contar con un seguro o garantía equivalente que cubra posibles responsabilidades derivadas de su actuación profesional. - Formación continua.
Para mantener la calidad y actualización profesional, los mediadores deben realizar actividades de formación continua cada cinco años, con una duración mínima de 20 horas. - Inscripción en el Registro de Mediadores.
Aunque no es obligatorio, comprobar que el profesional que has elegido está inscrito en el Registro de Mediadores e Instituciones de Mediación del Ministerio de Justicia te ayudará a comprobar que todo lo demás está bien, ya que al registro solo pueden acceder, previa comprobación por el Ministerio, aquellos profesionales que cumplen todos los requisitos.
Comprueba que tu mediador se encuentra inscrito en el registro Registro de Mediadores e Instituciones de Mediación del Ministerio de Justicia a través del siguiente enlace.