Muchas de las rupturas de pareja suelen o pueden producirse por padecer crisis de pareja mal gestionadas. Desde “ABOGA-MEDIACIÓN” intentaremos gestionar, de la mejor forma posible, esa situación de crisis, tendiéndote la mano a fin de que la pareja encuentre un espacio neutral en el que, desde el diálogo y el respeto, se expongan las diferencias y se intenten mitigar.
Las rupturas definitivas de pareja que acaban en los tribunales a fin de obtener una respuesta judicial que determine las reglas por las que han de regirse sus relaciones paterno filiales y económicas se ven perjudicadas por muchos motivos:
- El coste económico (abogados, procuradores, etc.)
- El tiempo de espera hasta finalizar el procedimiento.
- El coste emocional, las relaciones se deterioran aún más a causa de la judicialización de su ruptura.
- Porque a veces la solución, aparentemente más justa y tomada por un tercero, el Juez, no satisface ni a las partes en conflicto ni a los menores sobre los que se decide, y que aunque en apariencia equitativas, no se adaptan a las necesidades de todos los implicados.
Con la mediación se ofrece a la familia la posibilidad de seguir siendo eso, una familia, aunque se haya producido una ruptura de pareja, minimizando los aspectos adversos que tiene el procedimiento judicial sobre el núcleo de la misma, garantizando las buenas relaciones entre las partes lo cual siempre redunda en el bienestar de los hijos y demás miembros que la compongan, dejando en manos de los propios interesados y no de un tercero que nada sabe ni conoce de esa familia, la regulación de sus relaciones futuras tras la ruptura sentimental.
En Aboga Mediación contamos con un equipo de mediadores especializados en asuntos de familia para ayudarte a alcanzar una solución pactada y beneficiosa para todos, y que allanarán el camino para que puedas seguir siendo padre o madre después de la ruptura, sin los costes emocionales que supone el procedimiento judicial, acompañándote durante todo el proceso hasta la consecución del mismo, con o sin acuerdo, pues existen casos en los que no se alcanza un acuerdo total pero si parciales, resolviendo parte de las situaciones sobre las que repercute el conflicto y lo más importante, a través de la mediación se restablece el dialogo con lo que siempre se obtiene un beneficio aunque el acuerdo no sea pleno.