La mediación vecinal permite alcanzar soluciones con los vecinos de la comunidad de propietarios, ya sean relativos a los propios vecinos, problemas interraciales, actos incívicos y molestos o insalubres de otros vecinos, conflictos con el medio ambiente, ruidos y contaminación acústica, multiculturalidad entre los vecinos, problemas con la comunidad colindante, en la comunidad del garaje, derivados de la propia comunidad de propietarios, como derramas, obras, zonas comunes, etc.
Logrando restablecer por medio de los acuerdos entre las partes, la armonía con aquellas personas a las que se debe tratar a menudo y ver todos los días.
La mediación vecinal persigue el reconocimiento mutuo de las partes en conflicto y la legitimidad de todos los intereses y todas las aportaciones, garantizar y respetar la voluntad de las partes, tanto en la aceptación como en la continuidad del proceso, y velar porque todas las partes sean iguales.