La Mediación Laboral es un modelo de solución de conflictos laborales en que las partes involucradas buscan generar soluciones auxiliadas por un tercero imparcial, quien actúa como moderador para facilitar la comunicación.
La mediación de conflictos en el ámbito de las relaciones laborales es quizá la más conocida cuando hablamos de mediación. Aunque en otros ámbitos su implantación se produce de forma lenta y progresiva desde hace poco tiempo, en el ámbito laboral la mediación se ha convertido en un recurso muy utilizado, sobre todo por la “institucionalización” a través de entidades públicas y privadas.
La esencia de la mediación es la autonomía de la voluntad de las partes: son las partes las que llegan a un acuerdo, libremente, y auxiliadas por un tercero, que, consecuentemente, ha de ser imparcial.
Debemos resaltar que la mediación no es una mera negociación, se diferencian en que, mientras que la negociación es una reunión entre las partes implicadas con el objetivo de poder llegar a un acuerdo entre ellas, la mediación es una resolución de conflictos asistida por una persona externa al problema. Uno de los aspectos positivos a destacar de esta práctica es que las partes pueden transmitir al mediador información que entre ellas no se hubieran trasmitido antes, pero que si se atreven a contar al mediador.
VENTAJAS DE LA MEDIACION EN EL AMBITO LABORAL:
La mediación se presenta como una alternativa pronta y eficaz para la resolución de conflictos y no solo aquellos que se generan entre empresa y trabajadores, sino aquellos que se producen entre los propios miembros de la plantilla.
La figura de la persona mediadora que está presente en las negociaciones, es básica y determinante, favoreciendo el proceso de negociación, pues impulsa la comunicación entre las partes, en un problema que generalmente se ha generado por falta de comunicación, entendimiento y asertividad, por lo que el conducto de y el espacio que crea el mediador, genera inercias positivas hacia el diálogo que permiten darle salida a una situación que violenta a las partes.
Todo lo anterior, no significa que si o si, se llegue a un acuerdo, pero a partir de ese momento, se han puesto las bases de unos mecanismos formales en los que las partes han de actuar para resolver el conflicto y al menos se han recuperado las relaciones y se ha mejorado el ambiente tenso cuando subyace un conflicto en el entorno de trabajo.
La neutralidad de la persona mediadora, su imparcialidad y su buen hacer son claves para conducir a las partes al entendimiento y a la resolución dialogada del conflicto.
Como ejemplos de conflictos mediables pueden ser:
- La fijación de los turnos de trabajo.
- El horario laboral.
- La fijación de las vacaciones.
- La asunción de tareas o responsabilidades entre miembros de la plantilla.
- Higiene laboral.
- y un largo etcétera de aspectos relacionado con la convivencia diaria en el centro de trabajo.
CARACTERÍSTICAS DE LA MEDIACIÓN LABORAL
- Neutral e Imparcial: El mediador no impone criterios propios en la toma de decisiones, ni se sitúa a favor o en contra de ninguno de los participantes.
- Voluntaria: Las personas interesadas son quienes deciden iniciar el proceso de mediación así como interrumpirlo, sin perjuicio alguno, si lo consideran oportuno.
- Confidencial: Lo expuesto en una sesión no será utilizado fuera del proceso de mediación, excepto en casos donde se detecte un hecho constitutivo de falta o delito.
- Flexible: El proceso de mediación se adapta a las características y necesidades particulares de los participantes.
- Autodeterminación de las partes: son los propios usuarios quienes generan alternativas y opciones de solución al conflicto que presentan, llegando a acuerdos creados por ellos mismos que satisfacen sus intereses particulares.
VENTAJAS DEL A MEDIACIÓN:
- Rápida: El proceso de mediación puede concluirse en pocas sesiones, siendo siempre más breve que los procesos judiciales.
- Mantiene relaciones: En mediación no hay ganadores ni perdedores, ya que los acuerdos alcanzados son satisfactorios para todos los participantes.
- Buena fe: Al ser un proceso voluntario, existe una predisposición positiva a trabajar en común para llegar a acuerdos de forma pacífica.
- Inmediata: Los participantes asisten directamente a las sesiones de mediación, es decir, no pueden valerse de representantes o intermediarios.
- Preventiva: La mediación puede realizarse en conflictos latentes o antes de su agravamiento.
- Menor desgaste emocional: La mediación disminuye el enfrentamiento y genera una menor tensión emocional y psicológica para las partes y otras personas implicadas, mejorando así su calidad de vida.